Pelotas para cachorros

Tu pequeño amigo peludo se merece los juguetes de mejor calidad. Tanto si vive en un piso como en una casa, en un jardín o en un parque, tu perro debe tener una pelota adaptada a su morfología canina.

Una pelota es un juguete barato que ocupa muy poco espacio. Es fácil de guardar y, sobre todo, de transportar. Puedes llevarla a todas partes para divertir y educar a tu perro, o jugar con él en casa, en el jardín o en zonas públicas (parques, playas, bosques).

El objetivo principal de dar a tu cachorro una pelota es, por supuesto, entretenerlo, pero también es una forma de animarle a hacer ejercicio: correr, saltar, rodar... Tu joven perro se ejercitará como un loco y cuando se escape rodando, disfrutarás de las ganas que pone tu pequeño cachorro para aprender a atraparla. La actividad física es un claro beneficio para la salud de tu mascota. Por otro lado, el juego permite que tu perro se desarrolle y refuerce vuestros vínculos. 

Para ser útil, una pelota debe cumplir ciertos criterios en relación con la fisonomía de tu perro. Para empezar, el tamaño. No debe ser demasiado pequeño para evitar que tu perro se la pueda tragar. Y tampoco demasiado grande para que pueda cogerla con la boca y hacerla suya, como hace con su juguete mordedor favorito.

Debe ser resistente y tan suave como un peluche,sobre todo porque tu perro no tiene colmillos de terciopelo, pero tampoco demasiado dura para respetar sus delicados caninos de leche.

La elección de una pelota de calidad es esencial para entretener con seguridad a tu perro juguetón. Para que tu perro lo disfrute al máximo, asegúrate de que está hecho para el público canino y que no contiene materiales tóxicos o peligrosos que se descompongan fácilmente.