Hotel para insectos
Proteja la naturaleza y su ecosistema amenazado instalando de manera adecuada un hotel para insectos en su jardín. Del mismo modo, numerosos accesorios para aves silvestres contribuyen a la protección de nuestro entorno y al rejuvenecimiento de las especies.
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Estéticos y respetuosos del medio ambiente, los hoteles para insectos se han convertido gradualmente en uno de los accesorios indispensables de los parques y jardines orgánicos. En un momento en el que todos redescubren la importancia de los insectos en el mantenimiento de los equilibrios naturales, constituyen una valiosa ayuda para esta fauna útil y a menudo maltratada por la contaminación.
¿Por qué instalar un hotel para insectos en su jardín?
Las casas de insectos son refugios de madera diseñados especialmente para atraer insectos, llamados auxiliares (como las abejas, las tijeretas o las crisopas), muchos de los cuales consumen las plagas conocidas por dañar las plantaciones.
Pero además de defender el huerto del jardín contra los pulgones y otros indeseables, algunas de las especies invitadas también son conocidas por sus virtudes polinizadoras. Colocados en un rincón soleado de su exterior, los refugios para insectos pueden, a largo plazo, favorecer la reproducción de las plantas, esparcir los colores, en resumen, devolverle la vida a su jardín.
Más allá de sus aspectos prácticos, el hotel para insectos representa un gesto profundamente ecológico. Es una forma de acción simple y económica para aquellos que, tanto en la ciudad como en el campo, desean ofrecer cobijo a una fauna amenazada que los pesticidas han reducido considerablemente en las últimas décadas.
También se aprecia por su caracter educativo, ya que siempre despierta la curiosidad de los niños. Finalmente, genera una dinámica de población que será bien recibida por algunos visitantes ocasionales, en particular por los carboneros y los lagartos. Se trata entonces de alentar, en la escala de su jardín, un pequeño ecosistema que pueda beneficiar a toda la cadena alimentaria.
Las mariquitas (o bichos de San Antonio), carábidos, tijeretas y crisopas resultan ser los mejores amigos del jardinero, como depredadores de cochinillas, babosas, pulgones y otros parásitos; ellos tenderán a preferir los compartimientos llenos de piñas, fibras de madera y paja.
Independientemente del modelo elegido, cuelgue el hotel protegido de los vientos y las lluvias, idealmente entre 30 y 50 cm por encima del suelo. Asegúrese de orientar la entrada hacia el sur/sudeste para que sus huéspedes de seis patas puedan beneficiarse del calor solar por la mañana. Un parterre de plantas melíferas cercanas les servirá de despensa para ayudarles a establecerse de forma duradera. Ya está listo. Pero a veces será necesario armarse de paciencia, ya que la naturaleza tiene su propio ritmo para seguir.
Ecológicos, fáciles de instalar, los hoteles para insectos contribuyen a proteger su huerto de todo tipo de plagas, y lo hacen sin tener que recurrir a tratamientos químicos perjudiciales para los cultivos. Despertando un interés creciente en los últimos años, también permiten a los amantes de la naturaleza embellecer el jardín y apoyar la preservación de la biodiversidad, al igual que un nicho exterior, un comedero o un bebedero dedicados a las aves silvestres.
Para llenar su hotel para insectos, ubíquelo en un lugar soleado, protegido de los vientos fuertes y en un ambiente verde.
Rellene los diferentes compartimentos con materiales naturales como troncos de madera perforados, tallos huecos, ramitas, cortezas, hojas secas, paja, piñas.
Agregue una variedad de estructuras y formas para acoger diferentes tipos de insectos. Por ejemplo, compartimentos con pequeños agujeros para las abejas solitarias, secciones llenas de paja para las mariquitas, espacios rellenos de ramitas para las mariposas.
Coloque una fuente de agua cercana.
Coloque el hotel para insectos en un área que reciba una buena exposición al sol. Los insectos necesitan calor. Evite zonas expuestas a vientos fuertes. Los insectos prefieren los lugares más tranquilos y resguardados.
Elija un sitio cerca de plantas y flores. Los insectos se sienten atraídos por la presencia de fuentes de alimentos y néctar disponibles en las cercanías.
Escoja un lugar fácilmente accesible para usted y para los insectos para poder observarlos de cerca y mantener el hotel si es necesario. El hotel debe estar ubicado sobre una superficie estable y plana. Trate de integrar el hotel de manera estética, cerca de un arriate de flores, detrás de plantas trepadoras...
Un hotel para insectos bien diseñado y diversificado puede atraer una gran variedad de insectos. Las abejas solitarias utilizan los tallos huecos o los agujeros en la madera.
Las mariquitas pueden refugiarse en los compartimentos llenos de paja o de cortezas. Las mariposas buscan lugares resguardados llenos de ramitas. Las crisopas utilizan compartimentos llenos de paja.
Algunos tipos de abejorros pueden utilizar los tallos huecos. Las avispas solitarias también pueden usar los tallos huecos. Es importante tener en cuenta que los insectos pueden tardar un tiempo en encontrar y colonizar el hotel para insectos.
Reúna una tabla de madera gruesa de unos 30 cm de ancho y de longitud variable, tallos huecos como tallos de bambú o saúco, ramitas, troncos perforados, paja, cortezas, clavos y tornillos.
Corte la tabla a la longitud deseada para crear la base del hotel para insectos. Fije los tallos huecos, las ramitas y los troncos perforados verticalmente o cree compartimentos apilando cajas de madera.
Rellene los compartimentos con paja, cortezas, hojas secas... Fije el hotel para insectos en un muro, un árbol, un poste.
Para un hotel para insectos, elija madera sin tratar. Las maderas duras como el roble, el haya, el fresno o el abedul son recomendadas por su resistencia y durabilidad.
Escoja madera de grano fino más que madera de grano grueso. Será menos propensa a agrietarse o descomponerse. Algunos tipos de madera de bosques "responsables", como el cedro rojo occidental, el alerce o el teca, son naturalmente muy resistentes.
Evite las maderas resinosas tratadas. Asegúrese de alisar los bordes ásperos para evitar posibles lesiones a los insectos.