Tratamiento del agua de estanque

Tener un estanque en el jardín de casa es tan elegante como relajante. Tanto el estanque como el filtro requieren un mantenimiento con una cierta frecuencia, incluido el tratamiento regular que hay que hacer del agua del estanque para evitar la contaminación o la congelación, así como algunas enfermedades que pueden afectar a tus peces.

La elección de los distintos elementos para estabilizar, controlar y tratar el agua del estanque debe hacerse en función del tamaño del mismo, pero también de la fauna y la flora que lo habitan. El equilibrio del agua de su estanque es un complejo análisis de varios factores:

El agua natural concentra mucho dióxido de carbono y oxígeno que disuelven minerales como el yeso y la calcita. Esta disolución es la que hace que el agua sea más o menos dura (también se habla de su acidez). El tratamiento del pH del agua, equivale a determinar y regular ese nivel de acidez (muy o ligeramente calcáreo): esta acidez varía a lo largo del día según el clima y la vida animal y vegetal del estanque. Por lo tanto, es necesario controlarlo con mucha regularidad para evitar desequilibrios que serían fatales para los peces y las plantas. El pH puede equilibrarse mediante el KH del agua, es decir, su alcalinidad (contenido de carbonatos, bicarbonatos y alcalinos). Un nivel alto de KH permite que se absorba más acidez y, por tanto, que baje el pH. Por tanto, hay que medir y controlar estos dos valores para saber qué añadir al agua. 

El oxígeno se disuelve en el agua y permite que los peces y otros seres vivos respiren. Cuando la temperatura del agua aumenta, se disuelve menos oxígeno; lo mismo ocurre con el agua donde se descomponen los residuos orgánicos. Es fácil imaginar el impacto que esto puede tener en los peces. La capacidad de autodepuración del agua dependerá de su contenido en oxígeno.

Demasiada luz solar, demasiados peces y, por tanto, demasiados residuos orgánicos contribuyen a la proliferación de algas verdes: son el resultado del desequilibrio de los componentes del agua.

Reduce el lodo

Aunque el lodo puede ser una fuente de alimento para los peces, también es una acumulación de residuos orgánicos y sedimentos que se vuelven demasiado invasivos, perjudiciales y opacan el color del agua del estanque. La adición de bacterias naturales reduce estos desechos, haciendo que el agua sea más agradable y sobre todo, más sana para los peces.

Encontrarás todos los productos naturales para aportar un equilibrio perfecto del estanque: clarificadores, aporte de oxígeno, aporte de bacterias conocidas como depuradoras... las reacciones activas de estos productos son físicas y no químicas respetando así el medio ambiente y por supuesto la flora y la fauna del estanque. Cuando el estanque esté limpio y los peces se mantengan sanos, gracias también a una buena alimentación, sólo te queda disfrutar de tu estanque. A continuación, puedes decidir decorarlo con una bonita fuente decorativa.