Repelentes para gatos

Los gatos, con su olfato refinado, son muy sensibles a los malos olores, especialmente los derivados de su arenero sucio que no usarán si no mantiene una higiene adecuada para ellos. Pero hay otros olores del día a día que los gatos detestan y que están muy presentes en el hogar. 

Especialmente los cítricos como naranjas, limones, limas y mandarinas tienen un olor que los felinos rehúyen. También la cebolla, el puerro, el ajo y el cebollino, con su fuerte olor, o el vinagre blanco. Entre las especias, la pimienta, la mostaza en salsa o en semillas, el curry o la canela no son de su agrado y como fruta, y el plátano tiene un olor que tampoco es del gusto felino. Entre las planras, es el eucalipo el que rechazan, y es que los gatos saben perfectamente que el aceite de esta planta aromática es tóxico para ellos. 

Los productos de limpieza, los químicos y los ambientadores les resultan muy desagrables también aunque contrariamente a lo que se podría pensar, los gatos se sienten atraídos por el olor de la lejía, aunque este producto sea perjudicial para ellos. Por lo tanto, blanquear las zonas sucias es un gran error, ya que sólo incitará al animal a orinar en el mismo lugar.

Por naturaleza, los gatos son animales muy limpios. Además, su capacidad olfativa es 14 veces superior a la del ser humano, porque el sistema que gestiona su olfato está repartido por toda la cabeza. Antes de intentar averiguar cómo hacer que un gato deje de orinar en un lugar determinado, debemos entender por qué lo hace. Al igual que otros animales, los gatos marcan su territorio utilizando sus glándulas sudoríparas para aplicar su olor de diferentes maneras. Puede ser frotándose la nariz o utilizando sus garras, pero también puede añadir su firma olfativa orinando. Para paliar este problema, puede utilizar feromonas calmantes en forma de spray o en forma de difusores de olor antiestrés, que tranquilizarán al animal. La otra solución es utilizar un repelente especial para gatos, ya sea en forma de spray o de difusor. El olor que desprende el repelente es muy perceptible para el gato. Actúa sobre el olfato del gato cubriendo una zona específica o, por el contrario, una superficie mayor.

No a todos los gatos les molestan de la misma manera los mismos olores. Sin embargo, el olor más odiado por la gran mayoría de los felinos es el del vinagre blanco. Si su gato orina dentro de casa, el truco consiste en rociar las zonas afectadas con vinagre blanco, ligeramente diluido en agua. Esta mezcla no sólo limpia la zona, sino que repele al gato, evitando que las manchas se repitan en el mismo lugar. El vinagre blanco es muy eficaz para los gatos que orinan repetidamente. Además, esta solución barata es inocua para la salud de los gatos. En el exterior, una mezcla de posos de café y cáscaras de cítricos colocada alrededor de la zona crítica también da buenos resultados, siempre que este repelente natural se renueve con regularidad. Pillar al infractor (incluso demasiado tarde) en el acto y regañarle en voz alta y profunda le animará a no volver a hacerlo. A continuación, hay que hacerle oler su orina, pero sin meter el hocico en ella.