Cortauñas para gatos

Los gatos son mascotas que necesitan unos cuidados regulares para garantizarles una calidad de vida óptima. Cortar las uñas a tu gato para que las tengan con una longitud razonable, es uno de los cuidados que debes procurarle, para que no le resulte incómodo caminar. Esto se debe hacer de forma regular, al igual que le le pasas un cepillo para eliminar los pelos muertos de su pelaje. No es sólo una medida de higiene, sino también de seguridad para el gato, y es especialmente necesario para los gatos de interior.

Este aspecto del aseo es esencial y no es puramente estético, ya que previene problemas y molestias que pueden producirse cuando las uñas del gato son demasiado largas. Si tiene las uñas demasiado largas se le pueden romper, si están demasiado cortas pueden causarle dolor, enrojecimiento e inflamación. Esto es especialmente importante para los gatos de interior que tienen poca o ninguna superficie contra la que desgastar eficazmente las uñas, incluso materiales como el cartón o el sisal en un rascador para gatos no son suficientes.

Los gatos de exterior tienen acceso a superficies rugosas como la madera o el asfalto de la carretera, lo que hace que sus garras se desgasten de forma natural y eficaz. Es fácil ver cuando las uñas de tu gato están demasiado largas: son afiladas y hacen clic en el suelo cuando el gato camina. 

Para un corte de uñas perfectamente ejecutado, debes utilizar un cortaúñas para gatos. Ten cuidado de no utilizar tu cortaúñas, ya que puedes dañar su garra y hacer que se parta.

Sin ser un arte, cortar de las uñas de tu gato es delicado, si lo haces mal, podrías hacerle daño. Debes hacerlo en el momento adecuado, con precisión y mucha atención. No se trata de cortar las uñas y dejarlas demasiado cortas, lo que puede resultar doloroso para el animal, pero también malo para su salud, ni de dejar las garras demasiado largas, lo que correría el riesgo de generar daños posteriores.

El primer paso es inspeccionar regularmente las uñas de tu gato para observar su evolución. Debes evaluar la longitud de las garras, ver si son demasiado largas o si pueden cortarse. Si vas a cortárselas, escoge un momento en el que el gato no esté especialmente nervioso o inquito por alguna razón. A continuación, tienes que ejercer una ligera presión para extraer la uña en cuestión, y teniendo cuidado de no llegar a la carne de la base de la uña, cortar con cuidado y con la herramienta adecuada. Si te equivocas, asegúrate de utilizar un desinfectante recomendado por tu veterinario para evitar cualquier riesgo de infección.